La Cultura del Renacimiento

Lorenzo de Médici, según su biógrafo Valori, había conseguido un busto de Platón para la "Academia" de Careggi. Jerónimo Roscio de Pistoia lo había descubierto en las mimas ruinas de la Academia platónica y se lo había ofrecido al Magnífico. El busto acabó presidiendo la villa Careggi y se convirtió en la antigüedad más preciada de la familia. Realmente no se trataba del original esculpido por Silanión, si no una copia romana, y tampoco fue descubierto en los jardines de Academo, ya que en el siglo XV se desconocia su emplazamiento. A este famoso busto de Platón se le pierde el rastro tras los saqueos que tuvo la ciudad de Florencia en 1494, y la consecuente dispersión de la colección medicea.

Marsilo Ficino, iniciador de la corriente platónica en Florencia durante la segunda mitad del siglo XV, basándose en las biografías antiguas creo una imagen de Platón. Decia que "tenía una presencia magnífica y era particularmente robusto" y que su nombre provenía de sus anchos hombros, su gran frente, es decir, su expléndida apariencia. Sin embargo, unos siglos antes, Dante había promovido la imagen ideal de Anciano con la figura de Platón. Esta idea también gusto a Ficino, y uniendo ambas se codifica la imagen del filóso en el Renacimiento. Será en la pintura "La Escuela de Atenas" donde se culmine la estética platónica y la iconografía de los eruditos. Aquí Rafael tuvo en cuenta tanto el busto de los Médici, de donde procede la calvicie, la barba y el pelo largo, como el protitpo de Ficino.